Mujeres Victorenses

Daniela Cruz Piña, ni la pandemia la detiene

or Paoletti Rodríguez

Desde muy joven Daniela Aracely Cruz Piña aprendió que con esfuerzo y mucho trabajo obtendría lo que deseaba, hoy en día con 33 años de edad cuenta con su propio negocio que emprendió con el apoyo de su familia y una carrera profesional consolidada.

Daniela nos cuenta que con apenas 17 años entró a trabajar en un despacho contable para ahorrar y pagar la universidad, “estudié en el ICEST, que al ser universidad privada me permitía estudiar y trabajar, de lo contrario en una escuela pública se acortaban un poco los horarios y tenía que dejar de trabajar”.

Ahí logró adquirir mucha experiencia laboral y tras 3 años de universidad y 4 años de trabajar en el despacho, decidió llevar sus propios clientes junto con su hermano Diego, quién también es contador

Tras cuatro años de haberse independizado como contador público, decidió ser mamá y por la situación económica que estaba atravesando en ese entonces, invirtió en otro negocio, comenzó a a estudiar repostería.

“yo siempre me fijaba que las hojarascas y empanadas era algo que a la gente degustaba mucho, mi mamá siempre nos compraba eso de postre para después de la comida y tomé un curso para enseñarme a hacer ese tipo de repostería, al principio el ingreso solo me daba para comprar por semana la bolsa de pañales, y para mí eso era la mejor ganancia”, comenta.

Señala a veces iba de negocio en negocio ofreciendo bolsitas de hojarascas y así poco a poco se fue dando a conocer, pero después de 2 años y medio, optó por  traspasarle el negocio a su mama, ella es la que se dedica actualmente al negocio de la repostería, hace deditos, hojarascas y empanadas.

El año pasado debido a la pandemia surgió al oportunidad de emprender un nuevo negocio junto a su familia, “clin lavandería”, por lo que actualmente tiene 3 trabajos.

“Mi principal objetivo es y será siempre poder darle lo mejor a mi hija Camila que ya tiene 7 años, mi familia me ha apoyado siempre desde el momento que decidí ser mama, y llevar todos los gastos y responsabilidades por mi cuenta y gracias a Dios que nos ha respaldado en cada decisión que hemos tomado”.