Sin duda alguna las Grutas de Quintero son una de las principales atracciones naturales con las que cuenta El Mante y el misterio de una leyenda que lo rodea, atrae a turistas cada año.
Se trata de la historia de Toñito, se cuenta que el niño de aproximadamente 9 años, diariamente era enviado por su mamá a llevarle lonche a su padre, quien trabajaba en la Grut de Quintero, donde extraían un material que se llama fosforita.
El pequeño ingresaba solo, incluso sin una linterna y se guiaba con una cuerda que los trabajadores dejaban para llegar al punto dónde estaban trabajando, esta era su única manera de guiarse en lo oscuro, sin embargo, aquel día de la desgracia, por error movieron la cuerda al no recordad que el niño acudiría y lamentablemente el pequeño cayó en un gran socavón y falleció.
Al salir del trabajo, el padre llegó molesto a casa porque su esposa no le había mandado lonche, pero al llegar se encontró con la sorpresa de que Toñito si había acudido, pero ya no regresó a casa.
Entonces comenzó la búsqueda, al preguntar con todos sus amigos y transcurrir las horas sin noticias, inmediatamente salieron a buscarlo a las Grutas, y mucha gente de Quintero se sumó para apoyar a la familia.
Se hizo de noche y recurrieron a personas expertas en la gruta con el equipo adecuando para adentrarse en ella, desgraciadamente encontraron al niño después de más de 24 horas que se había perdió, sin vida dentro del socavón.
Desde entonces se dice que al ingresar a la gruta, deben de tomar una piedra y al momento de llegar a la tumba de Toñito depositarla en la tumba para que no caiga la “maldición” de Toñito.
Además se cuenta que depositar la piedra en la tumba, si se mueve es una señal que ya no ingreses más adentro de la gruta, porque Toñito que te quiere advertir que te puede pasar algo como lo que le pasó a él.
Fuente: Wilfrido Crispín Guerrero guía estatal de las grutas de quintero.
Fotos: Vive Tamaulipas
